Nos ponemos a día! Hoy ha sido un día bastante relajante, dado que dormíamos cerca de Yosemite. Desayuno copioso para no variar, y al coche.
Bajando de Yosemite hemos entendido perfectamente porque estaba cortada la carretera por la queríamos acceder inicialmente... nos hemos encontrado cara a cara con los restos del incendio que empezó el 23 de agosto y todavía sigue quemando en un extremo pequeño.
Circulando por esta zona todavía se notaba el olor a fuego, a ceniza, a humo.
Parecía un incendio más, pero resulta que en la carretera habían montado como un puesto informativo o más bien un puesto de control del incendio con micha información y muy interesante.
Resulta que el incendio ha sido el tercero más importante, en cuanto a superficie quemada, en los últimos 75 años -desde que se mide-. Mas de 250.000 acres, unos 1000 y pico km cuadrados, que es más de la mitad de la provincia de Guipuzcoa (y todavía quema).
En los pueblos de la zona que hemos ido cruzando, había múltiples carteles de agradecimiento a los "fire fighters" (bomberos y equipos de extinción) porque evitaron que se quemaran las casas, gasolineras, etc. Los árboles del entorno estaban quemados pero el pueblo, que seguro que fue desalojado, estaba intacto.
En el mapa del perímetro se observa la carretera 120 a la derecha que es por la que teníamos que entrar, como hizo de cortafuegos en un tramo muy importante. Hoy en cambio, hemos bajado pornel tramo de la 120 que cruza la zona incendiada justo por la mitad (en el centro). Vaya paisaje... además combinado con el olor a churrasco.
Hemos llegado al llano y se ha confirmado lo que nos pareció el otro día: California tiene un aire "mediterráneo" e "ibérico" incuestionable. A ratos parecía que estuviéramos en la mancha, con esos campos resecos de cereales. Cuando había regadío parecía La Litera baja: árboles frutales, maíz, alfalfa... Otras veces nogales, almendros, incluso algo de ólivos.
Hacia las 14 hemos llegado a nuestro hotel "inn", lo cual me lleva a hacer un comentario especial: hemos probado no se cuantos hoteles cuyo nombre acaba en "Inn". Holiday Inn, Sleep Inn, Super 8 Inn, Days Inn, Best Western Inn, etc. Se caracterizan por ser cadenas a nivel nacional con unos estándares de calidad mínimos, wifi, desayuno incluido, algunos piscina, otros con nevera y microondas. Los precios oscilan desde los $130 aprox. del Holiday Inn a los $60 aprox del Days Inn, pero varían dependiendo de la ubicación. Sobretodo en días de transición como hoy, es lo mejor, pues suelen estar cerca de autopistas. Cuando tenemos que estar más de una noche procuramos buscar algo con un encanto más especial.
Bueno, que hemos llegado al hotel, ducha, cambio de ropa -pues vamos a zona "fina" y a la carretera otra vez hacia el Valle de Napa.
El valle de Napa y el valle de Sonoma, que está al lado, son las zonas de mayor producción de vinos, tanto en cantidad, como en calidad y tradición en los USA. La verdad que la zona tiene bastante clase, y no tiene nada que envidiar a las zonas vinícolas europeas.
Como los road trip no dan mucho tiempo, solo hemos podido visitar 2 bodegas, y una sola cata, eso sí, ya que solo hacíamos una, la hemos hecho buena.
Como se observa en la foto, la bodega es de un estilo "persa"... pues resulta que la fundó un iraní que llego a USA en los 70 y le fueron bien las cosas, resumiendo mucho. Es lo que tiene este país, cosas de estas que sorprenden.
Como nuestros infraentrenados olfatos lo único que saben es "este me gusta más que el otro", la cosa ha ido rápido. Nos han gustado todos, pero los tintos, todos con 20 meses de madera como mínimo, demasiada crianza... pero para gustos, colores.
Hemos probado 6 vinos ($40) en la bodega Darius, lo bueno es que podíamos compartir, pues conduciendo ya se sabe. Además lo llenan muy poco -como debe ser-. Todos eran vinos "premium", el más barato $42 la botella y el más caro de los que hemos probado $95. Eran vinos bastante elaborados, mezcla de uvas, todos con madera -también los blancos- y basados en uvas francesas. Ni idea teníamos de una uva blanca llamada "Viogner" u otra tinta llamada "Petit Verdot"... si es que nos sacan del trempanillo y nos perdemos.
Luego nos hemos dedicado a dar vueltas y ver la puesta de sol desde otra bodega que era una simulación de castillo medieval... como decíamos, aquí todo a lo grande. Castillo? Pues Castillo.
No se si es porque era cultivo ecológico o si era para los turistas, pero tenían como una especie de gallinas que picaban el suelo por el medio de las viñas. Quizás las tienen para comerse los bichos...
Así ha transcurrido el día... Arriba y abajo y mucho relax. Mañana para San Francisco que esta a 50 km del hotel. Última gran parada de este viaje... A quemar las naves.